El Presidente empezó señalando que sería breve y concreto. Pero eso nunca sucedió. El Jefe de Estado habló durante 20 largos y tediosos minutos (en los que volvió al asunto del rebrote y la segunda ola), y no mencionó ni una sola medida, aunque presentó algunos gráficos que todos tratábamos –sin éxito- de ver hacia donde apuntaban o qué presagiaban. (fuente Gestión)
Desde hace varias semanas los peruanos hemos vuelto a vivir en medio de la incertidumbre. Los ministros, así como la Premier y el Presidente, venían señalando que estábamos ante un aumento de los contagios, y ante una preocupante situación debido al reconocido ingreso al país de la variante inglesa del Covid 19.
Sin embargo, y a pesar de que todos ellos sabían de ese incremento, y de que las marchas de protesta (tanto en Lima como en Ica y el norte), la acelerada implementación de la Fase 4, y las fiestas de fin de año, habían detonado un nuevo proceso preocupante, redujeron la situación a la discusión bizantina de si estábamos en un rebrote o en una segunda ola (cómo si se tratase de una secuencia que daba tiempo a la especulación), y le dieron un fuerte impulso mediático al tema de la contratación con Synopharm.
Mientras tanto, los periodistas, haciéndose eco de la inquietud de la población, preguntaban permanentemente a los ministros sobre las medidas que se iban a tomar ante el incremento de contagios. Los ministros respondían, permanentemente y por varias semanas, que se estaba evaluando la situación para ver qué medidas tomar.
Cuando desde diferentes fuentes se alertó que ya no había camas UCI en los hospitales y centros de salud, que la positividad y los contagios estaban ya en niveles preocupantes en varias regiones, que no había personal médico para atender en cuidados intensivos, el gobierno recién decidió tomar medidas y salir a anunciarlas. Y eso sucedió ayer.
El Presidente empezó señalando que sería breve y concreto. Pero eso nunca sucedió. El Jefe de Estado habló durante 20 largos y tediosos minutos (en los que volvió al asunto del rebrote y la segunda ola), y no mencionó ni una sola medida, aunque presentó algunos gráficos que todos tratábamos –sin éxito- de ver hacia donde apuntaban o qué presagiaban.
Al terminar su abundante y confusa participación inicial, no le dio la palabra a ningún ministro para que anunciara las medidas que todos los peruanos estaban esperando ansiosamente, no. Actuaba como si esas medidas eran un asunto sin importancia. O como si él no quisiera anunciarlas o que se anuncien en su presencia.
A continuación se dio paso a las preguntas de los periodistas. El Presidente, luego de una interrogante, le dio la palabra a la Primera Ministra, quien también ensayó un breve discurso, tan confuso como el de su jefe.
Finalmente, después de 26 minutos de hablar mucho, pero de no anunciar nada en realidad, y a exigencia de las preguntas de los periodistas que llegaron a pedir –literalmente- que sean específicos y más claros, se prendió una tenue luz. Los ministros de Educación y Producción señalaron, en 5 minutos, algo de lo que todos los peruanos queríamos escuchar. En 5 minutos dijeron muy breve y superficialmente, sin mayores explicaciones, lo que el Presidente y la Premier no pudieron –o no quisieron- decir en 26 minutos.
¿No era más fácil iniciar la conferencia de prensa con algunos cuadros bien didácticos en los que se señalase -en cada cuadro-, el nivel de alerta, las regiones que tenían ese nivel de alerta, y las medidas para esas regiones con ese nivel de alerta?, bastaban tres cuadros (tantos como niveles de alerta habían) y nos ahorrábamos esa primera media hora de tedio.
Pero además, resultó obvio –ante nuestros ojos y oídos- que no hubo ninguna preparación previa de la conferencia de prensa, ni hubo coordinación entre los ministros para la exposición. La improvisación era evidente.
Y dijimos que se prendió una tenue luz, porque en realidad quedaron varias interrogantes importantes sin respuesta, y anuncios sin explicación. Por ejemplo, se habla de que hay regiones con niveles muy altos de contagio y otras con niveles moderados, pero no se hablado de ninguna medida para impedir que los contagios circulen en viajes inter regionales o inter provinciales, de un nivel muy alto a un nivel moderado. Por ejemplo, ¿se puede viajar sin problemas de Ica (nivel muy alto) a Ayacucho (nivel moderado) sin ninguna restricción o cuidado?
Tampoco se ha mencionado nada de los viajes a los diferentes países de Latinoamérica que tienen cuarentenas, y una presencia ya reconocida de las variantes del COVID.
Se señala que se mantiene la cuarentena de 14 días para los viajeros que regresen del exterior, pero a continuación se dice que si un viajero se hace la prueba a los 6 días y esta sale negativa entonces seguirá con su vida normal. Entonces, ¿en qué quedamos, son 14 días o son 6 días?
Por otra parte, se anuncian sanciones a las aglomeraciones en lugares cerrados, pero no se dice nada de aglomeraciones en lugares abiertos, ¿están permitidas?
Volvemos a la restricción vehicular los domingos, trasladando el tránsito de las personas al transporte público o a los taxis y colectivos, cuando lo más seguro es el traslado en la propia movilidad.
Y por último, seguimos con la falta de coordinación: El Presidente dice que las vacunas llegarán enero, la Canciller dice que llegarían en febrero, y la ministra de Salud dice que no hay un cronograma.