Se trata del cuerpo celeste 2009 JF1, que podría colisionar contra nuestro planeta el próximo 6 de mayo del año próximo a las 08:34 horas
Esta roca espacial es considerada “potencialmente peligrosa” por la NASA, que la ha calificado como Objeto Cercano a la Tierra (NEO), lo que significa que está suficientemente cerca como para considerarse una amenaza para la Tierra. Los asteroides son cuerpos celestes, los cuales se mueven en órbitas, ya sean de excentricidad escasa o considerable alrededor del Sol, y cuya inclinación sobre la elíptica puede ser de cualquier ángulo.
“Algunos asteroides y cometas siguen caminos orbitales que los llevan mucho más cerca del Sol de lo habitual y, por lo tanto, de la Tierra”, explica la NASA en un comunicado. Estos asteroides son constantemente monitoreados por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, usando un sistema automatizado llamado Sentry. Este sistema logra medir una gran cantidad de datos que permiten determinar, por ejemplo, que 2009JF1 es un asteroide Apolo, es decir, que su órbita alrededor del Sol es más grande que la de la Tierra.
Según precisa la NASA, “Sentry es un sistema de monitoreo de colisiones altamente automatizado que escanea continuamente el catálogo de asteroides más actual en busca de posibilidades de impacto futuro con la Tierra durante los próximos 100 años. Siempre que se detecte un impacto potencial se analizará y los resultados se publicarán inmediatamente aquí, excepto en casos inusuales en los que busquemos una confirmación independiente. Es normal que, a medida que se disponga de observaciones adicionales, los objetos desaparezcan de esta tabla cuando ya no haya detecciones de posibles impactos. Por esta razón, mantenemos una lista de objetos eliminados con la fecha de eliminación”.
Si bien la probabilidad de colisión en muy baja, rocas más pequeñas que suelen acompañar al cuerpo espacial pueden ingresar a nuestra atmósfera, arder en ella mientras descienden al suelo, creando meteoros y meteoritos que muchas veces vemos como lluvias de estrellas en el cielo nocturno.
Las agencias espaciales están trabajando actualmente para elaborar misiones para atacar a estos asteroides que suponen una amenaza para el planeta y poder desviarlos de su trayectoria.